Un reciente estudio de la marca Bosch muestra el aumento de la aplicación de los sistemas ESP en los nuevos vehículos de los cinco países más grandes de la Unión Europea (Alemania, Francia, Gran Bretaña, España e Italia), donde se matriculan el 80 por ciento de los mismos.
Los datos muestran una desigual distribución del sistema según países. Alemania se encuentra a la cabeza en cuanto a la cuota de equipamiento de este sistema, incorporado en el 55 por ciento de los nuevos vehículos, mientras que Italia, con tan sólo un 14 por ciento, se encuentra en la última posición.
Francia, España y Gran Bretaña contemplan cifras del 35, 25 y 20 por ciento de los nuevos vehículos matriculados con el sistema incorporado, mientras que la media europea alcanza el 29 por ciento, un 5 por ciento más que el año anterior.
Las cifras no son uniformes, en el caso Alemán la mayoría de los coches de lujo y de segmento alto incorporan el sistema ESP, mientras que la cifra se reduce al 6 por ciento en el caso de los utilitarios.
El sistema ESP supone una importante ayuda a la hora de reducir el número de accidentes, tal y como demuestran numerosos estudios científicos, de ahí que su utilización sea clave de cara a conseguir el objetivo marcado por la Unión Europea de reducir hasta la mitad, en 2010, el número de accidentes de tráfico del año 2000.
El que fuera miembro de la Comisión Europea, Erkki Liikanen, señaló durante el X Congreso Mundial ITS (Intelligent Transport Systems), celebrado el pasado año en Madrid, la conveniencia de convertir el sistema de seguridad ESP en un equipamiento de serie para todos los vehículos de nueva matriculación, y la necesidad de mejorar la información de los conductores acerca de su funcionamiento.
Los datos muestran una desigual distribución del sistema según países. Alemania se encuentra a la cabeza en cuanto a la cuota de equipamiento de este sistema, incorporado en el 55 por ciento de los nuevos vehículos, mientras que Italia, con tan sólo un 14 por ciento, se encuentra en la última posición.
Francia, España y Gran Bretaña contemplan cifras del 35, 25 y 20 por ciento de los nuevos vehículos matriculados con el sistema incorporado, mientras que la media europea alcanza el 29 por ciento, un 5 por ciento más que el año anterior.
Las cifras no son uniformes, en el caso Alemán la mayoría de los coches de lujo y de segmento alto incorporan el sistema ESP, mientras que la cifra se reduce al 6 por ciento en el caso de los utilitarios.
El sistema ESP supone una importante ayuda a la hora de reducir el número de accidentes, tal y como demuestran numerosos estudios científicos, de ahí que su utilización sea clave de cara a conseguir el objetivo marcado por la Unión Europea de reducir hasta la mitad, en 2010, el número de accidentes de tráfico del año 2000.
El que fuera miembro de la Comisión Europea, Erkki Liikanen, señaló durante el X Congreso Mundial ITS (Intelligent Transport Systems), celebrado el pasado año en Madrid, la conveniencia de convertir el sistema de seguridad ESP en un equipamiento de serie para todos los vehículos de nueva matriculación, y la necesidad de mejorar la información de los conductores acerca de su funcionamiento.