El presidente de la Fundación de Tendencias Económicas y experto en temas de energía, Jeremy Rifkin, afirmó ayer que el hidrogeno será el protagonista de una revolución industrial, de una nueva "era" que cambiará el mercado y las estructuras políticas y sociales actuales. En la presentación de las jornadas "El futuro de las fuentes de energía para el automóvil", organizadas por la Fundación Eduardo Barreiros, en Madrid, en las que también estuvo presente la ex comisaria europea de Energía y Transporte Loyola de Palacio, Rifkin dijo que el hidrógeno revolucionará la economía mundial y presentó esta tecnología como "la solución" a los problemas actuales de calentamiento global, contaminación y escasez y elevados precios del petróleo.
En treinta y seis meses, adelantó Rifkin, va a haber en el mercado pilas de combustible que podrán dar energía para 20 días a un ordenador portátil y, para 2010, habrá bastantes coches que usen el hidrógeno como fuente, puesto que empresas como Honda, Toyota o General Motor ya han presentado modelos. Rifkin explicó que el precio de estos coches "será un poco más alto que el de los tradicionales", aunque apuntó que las empresas no van a poner precios que no sean razonables.
Además, destacó que, al ser vehículos dos veces y medio más eficientes, permitirán ahorrar más. Según Rifkin, Europa, dada la situación económica actual, está en momento ideal para lanzar esta energía y exportarla a todo el mundo. "Es el momento de emprender el viaje", indicó.
Rifkin, que comparó la revolución del hidrógeno con la acontecida en el mundo de las comunicaciones con la llegada de Internet, dijo que este cambio supondrá una liberación frente a la red eléctrica, ya que permitirá la movilidad y la descentralización.
Un coche que funcione con hidrógeno, añadió, será "una planta de energía sobre ruedas", y la energía que no se use, se podrá compartir en redes eléctricas que van a ser inteligentes, al igual que pasa con Internet.
Rifkin dijo que para poder compartir esta energía será necesario que edificios, oficinas o casas se equipen con los programas y dispositivos necesarios. "Si se ha hecho con la Red", añadió, "por qué no se va a hacer con la energía".
En treinta y seis meses, adelantó Rifkin, va a haber en el mercado pilas de combustible que podrán dar energía para 20 días a un ordenador portátil y, para 2010, habrá bastantes coches que usen el hidrógeno como fuente, puesto que empresas como Honda, Toyota o General Motor ya han presentado modelos. Rifkin explicó que el precio de estos coches "será un poco más alto que el de los tradicionales", aunque apuntó que las empresas no van a poner precios que no sean razonables.
Además, destacó que, al ser vehículos dos veces y medio más eficientes, permitirán ahorrar más. Según Rifkin, Europa, dada la situación económica actual, está en momento ideal para lanzar esta energía y exportarla a todo el mundo. "Es el momento de emprender el viaje", indicó.
Rifkin, que comparó la revolución del hidrógeno con la acontecida en el mundo de las comunicaciones con la llegada de Internet, dijo que este cambio supondrá una liberación frente a la red eléctrica, ya que permitirá la movilidad y la descentralización.
Un coche que funcione con hidrógeno, añadió, será "una planta de energía sobre ruedas", y la energía que no se use, se podrá compartir en redes eléctricas que van a ser inteligentes, al igual que pasa con Internet.
Rifkin dijo que para poder compartir esta energía será necesario que edificios, oficinas o casas se equipen con los programas y dispositivos necesarios. "Si se ha hecho con la Red", añadió, "por qué no se va a hacer con la energía".