Los datos extraídos de un estudio realizado por el RACC Automóvil Club junto al Automóvil Club Alemán (ADAC) sobre el nivel de seguridad que los reposacabezas ofrecen en casos de impacto posterior, apuntan la necesidad de extremar el cuidado por parte de conductores y fabricantes.
Para el estudio se ha trabajado con los resultados obtenidos tras la observación del comportamiento de los asientos delanteros de nueve de los modelos de automóviles más vendidos en Europa: Mercedes Clase A, Opel Astra, Renault Modus, Ford Focus, Toyota Corolla, BMW Serie 1, VW Golf, Ford Fiesta y VW Polo.
Las conclusiones de este estudio son especialmente importantes si tenemos en cuenta que tan sólo el año pasado se produjeron 14.477 impactos posteriores que supusieron 262 fallecimientos y un gasto sanitario en Europa por valor de 10.000 euros.
Este tipo de accidentes son más frecuentes, según fuentes de la DGT, en vías urbanas, lo que representa el 56,7 por ciento de los casos frente al 43,3 por ciento restante, producido en vías interurbanas. Pese a su menor frecuencia, estos últimos presentan mayor índice de mortalidad al sumar 229 víctimas mortales.
Según los datos obtenidos, únicamente tres de los vehículos estudiados han obtenido una buena calificación. Cinco presentan un nivel de protección suficiente y uno, el VW Polo, una nota pobre.
Unas simples recomendaciones pueden ayudar a reducir estos índices. Es aconsejable colocar el asiento ligeramente inclinado por detrás del ángulo recto y en una posición que permita coger el volante con los brazos levemente flexionados. Del mismo modo, es recomendable que cada pasajero ajuste su reposacabezas a la parte superior del cráneo.
Por parte de los fabricantes también existen detalles a considerar. La incorporación de reposacabezas activos que se desplazan en la dirección del cuello en caso de impacto, siempre que su grado de flexibilidad no permita una excesiva prolongación del cuello; un asiento estable que prevenga la excesiva hipertensión del mismo o que ambos -asiento y reposacabezas- formen una unidad sólida que minimice o evite el riesgo de latigazo cervical son algunas de las medidas a observar.
Para el estudio se ha trabajado con los resultados obtenidos tras la observación del comportamiento de los asientos delanteros de nueve de los modelos de automóviles más vendidos en Europa: Mercedes Clase A, Opel Astra, Renault Modus, Ford Focus, Toyota Corolla, BMW Serie 1, VW Golf, Ford Fiesta y VW Polo.
Las conclusiones de este estudio son especialmente importantes si tenemos en cuenta que tan sólo el año pasado se produjeron 14.477 impactos posteriores que supusieron 262 fallecimientos y un gasto sanitario en Europa por valor de 10.000 euros.
Este tipo de accidentes son más frecuentes, según fuentes de la DGT, en vías urbanas, lo que representa el 56,7 por ciento de los casos frente al 43,3 por ciento restante, producido en vías interurbanas. Pese a su menor frecuencia, estos últimos presentan mayor índice de mortalidad al sumar 229 víctimas mortales.
Según los datos obtenidos, únicamente tres de los vehículos estudiados han obtenido una buena calificación. Cinco presentan un nivel de protección suficiente y uno, el VW Polo, una nota pobre.
Unas simples recomendaciones pueden ayudar a reducir estos índices. Es aconsejable colocar el asiento ligeramente inclinado por detrás del ángulo recto y en una posición que permita coger el volante con los brazos levemente flexionados. Del mismo modo, es recomendable que cada pasajero ajuste su reposacabezas a la parte superior del cráneo.
Por parte de los fabricantes también existen detalles a considerar. La incorporación de reposacabezas activos que se desplazan en la dirección del cuello en caso de impacto, siempre que su grado de flexibilidad no permita una excesiva prolongación del cuello; un asiento estable que prevenga la excesiva hipertensión del mismo o que ambos -asiento y reposacabezas- formen una unidad sólida que minimice o evite el riesgo de latigazo cervical son algunas de las medidas a observar.