La estación de servicio de Ribadesella ha sido condenada a pagar 7.192 euros a quince vecinos de la villa que sufrieron averías en sus vehículos porque se les suministró gasolina mezclada con agua. La sentencia del Juzgado de Cangas de Onís es firme y ya ha sido ejecutada por orden judicial. Así, los clientes afectados han recibido ya indemnizaciones que van desde los 185 hasta los 991 euros, correspondientes al pago de las averías ocasionadas por la filtración de agua de la ría a los tanques de la gasolinera, en el año 2001. Los defectos en los tanques fueron subsanados posteriormente.
La estación de servicio de Ribadesella sufrió filtraciones en sus tanques en el año 2001, lo que provocó que una quincena de vehículos que habitualmente se surtía allí de combustible sufrieran averías. Así lo señala una sentencia del Juzgado de primera instancia de Cangas de Onís, que condenó a la empresa que gestiona la estación de servicio riosellana a indemnizar a trece de estos vecinos riosellanos con 7.192 euros.
Es la cantidad que los propietarios de los coches tuvieron que abonar a diferentes talleres para reparar los desperfectos. A esta cifra hay que añadir los intereses devengados desde que se formuló la demanda. La gasolinera, condenada en aplicación de los artículos 1.101 y 1.107 del Código Civil, tendrá también que hacer frente a todas las costas procesales. La sentencia es firme. Los otros dos vecinos afectados citados en la denuncia ya fueron resarcidos de los daños merced a otra sentencia (de junio de 2002) que también daba por probado que sus vehículos habían sufrido daños "a consecuencia del suministro de gasolina mezclada con agua en virtud del defectuoso estado de los depósitos de combustible". Los tanques de gasolina de la estación de servicio de Ribadesella fueron reparados posteriormente.
Los hechos que se enjuiciaron datan del año 2001. Según establece la juez, resulta "hecho no controvertido" la entrada de agua en los tanques de gasolina sin plomo de 95 octanos y gasolina súper de 97 octanos de la estación servicio RIDE, S. L., a través de "diversos agujeros" existentes en los mismos.
La sentencia establece además que la empresa demandada descuidó el estado de sus tanques de combustible y que ésta es la razón que la convierte en responsable de los daños que se acreditan en 13 turismos.
Se da la circunstancia de que estos 13 demandantes, vecinos todos ellos de Ribadesella, han estado representados en los tribunales por la letrada María Teresa Somoano, que también resultó perjudicada por las filtraciones del Sella en los tanques de gasolina de su coche, como quedó acreditado en 2002. Durante el juicio declararon como testigos, en beneficio de la acusación, miembros de la Guardia Civil con destino en Ribadesella que también repostaban habitualmente en dicha estación de servicio.
A pesar de que la sentencia recoge que el agua entraba tanto en el tanque de gasolina súper 97 como en la de sin plomo de 95 octanos, todos los demandantes repostaron este último tipo de combustible, un tipo de carburante que en esas fechas sólo suministraba en Ribadesella esta gasolinera. La acusación particular basó sus pretensiones de ser indemnizada en la condición de los demandantes de clientes habituales de la empresa RIDE, S. L. y en que todos ellos habían sufrido el mismo tipo de averías en sus vehículos tras el suministro de la misma clase de gasolina y que esto había motivado análogas operaciones de reparación.
También quisieron destacar en su demanda los "infructuosos esfuerzos" que hicieron para llegar a un acuerdo con los propietarios de la estación de servicio antes de acudir a los tribunales.
La gasolinera mantuvo, para evitar ser condenada, que no existía una relación contractual entre las partes, que en caso de existir ya habría prescrito la posible reclamación y que no había nexo causal entre los problemas en los depósitos y los daños reclamados. La juez desestimó todas estas argumentaciones y mantuvo, tras arduo razonamiento jurisprudencial, que este tipo de daños pueden demandarse hasta 15 años después de haberse producido.
Esta declaración judicial en sentencia firme abre las puertas a nuevas demandas de quien se considere perjudicado y pueda demostrarlo en juicio. En todos los casos a los que se refiere la sentencia las facturas presentadas describen operaciones de reparación análogas: "Avería producida por presencia de agua en el depósito de gasolina y en el sistema de combustible", detalla una de las facturas de un taller.
La estación de servicio de Ribadesella sufrió filtraciones en sus tanques en el año 2001, lo que provocó que una quincena de vehículos que habitualmente se surtía allí de combustible sufrieran averías. Así lo señala una sentencia del Juzgado de primera instancia de Cangas de Onís, que condenó a la empresa que gestiona la estación de servicio riosellana a indemnizar a trece de estos vecinos riosellanos con 7.192 euros.
Es la cantidad que los propietarios de los coches tuvieron que abonar a diferentes talleres para reparar los desperfectos. A esta cifra hay que añadir los intereses devengados desde que se formuló la demanda. La gasolinera, condenada en aplicación de los artículos 1.101 y 1.107 del Código Civil, tendrá también que hacer frente a todas las costas procesales. La sentencia es firme. Los otros dos vecinos afectados citados en la denuncia ya fueron resarcidos de los daños merced a otra sentencia (de junio de 2002) que también daba por probado que sus vehículos habían sufrido daños "a consecuencia del suministro de gasolina mezclada con agua en virtud del defectuoso estado de los depósitos de combustible". Los tanques de gasolina de la estación de servicio de Ribadesella fueron reparados posteriormente.
Los hechos que se enjuiciaron datan del año 2001. Según establece la juez, resulta "hecho no controvertido" la entrada de agua en los tanques de gasolina sin plomo de 95 octanos y gasolina súper de 97 octanos de la estación servicio RIDE, S. L., a través de "diversos agujeros" existentes en los mismos.
La sentencia establece además que la empresa demandada descuidó el estado de sus tanques de combustible y que ésta es la razón que la convierte en responsable de los daños que se acreditan en 13 turismos.
Se da la circunstancia de que estos 13 demandantes, vecinos todos ellos de Ribadesella, han estado representados en los tribunales por la letrada María Teresa Somoano, que también resultó perjudicada por las filtraciones del Sella en los tanques de gasolina de su coche, como quedó acreditado en 2002. Durante el juicio declararon como testigos, en beneficio de la acusación, miembros de la Guardia Civil con destino en Ribadesella que también repostaban habitualmente en dicha estación de servicio.
A pesar de que la sentencia recoge que el agua entraba tanto en el tanque de gasolina súper 97 como en la de sin plomo de 95 octanos, todos los demandantes repostaron este último tipo de combustible, un tipo de carburante que en esas fechas sólo suministraba en Ribadesella esta gasolinera. La acusación particular basó sus pretensiones de ser indemnizada en la condición de los demandantes de clientes habituales de la empresa RIDE, S. L. y en que todos ellos habían sufrido el mismo tipo de averías en sus vehículos tras el suministro de la misma clase de gasolina y que esto había motivado análogas operaciones de reparación.
También quisieron destacar en su demanda los "infructuosos esfuerzos" que hicieron para llegar a un acuerdo con los propietarios de la estación de servicio antes de acudir a los tribunales.
La gasolinera mantuvo, para evitar ser condenada, que no existía una relación contractual entre las partes, que en caso de existir ya habría prescrito la posible reclamación y que no había nexo causal entre los problemas en los depósitos y los daños reclamados. La juez desestimó todas estas argumentaciones y mantuvo, tras arduo razonamiento jurisprudencial, que este tipo de daños pueden demandarse hasta 15 años después de haberse producido.
Esta declaración judicial en sentencia firme abre las puertas a nuevas demandas de quien se considere perjudicado y pueda demostrarlo en juicio. En todos los casos a los que se refiere la sentencia las facturas presentadas describen operaciones de reparación análogas: "Avería producida por presencia de agua en el depósito de gasolina y en el sistema de combustible", detalla una de las facturas de un taller.