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    500 Abarth, un utilitario deportivo

    10 de julio de 2008
    500 Abarth, un utilitario deportivo
    Apenas ha pasado un año desde su anuncio y, tal como estaba previsto en el plan de relanzamiento de la marca, la sociedad Abarth & C. S.p.A. ha cumplido con su promesa de retomar y modernizar todas las actividades que habían formado parte de su historia.

    Presentado en el 78º Salón de Ginebra y comercializado a partir del 19 de julio en Italia, Alemania, Suiza, Austria, Grecia, Francia y Países Bajos, el nuevo 500 Abarth ha sido desarrollado por los técnicos Abarth con el espíritu de los legendarios 500 Abarth de los años 60.

    Nacido con la intención de reforzar aún más el posicionamiento deportivo de la marca, este nuevo vehículo se muestra, por fuera, como un pequeño automóvil ágil y compacto, mientras por dentro ofrece todo lo mejor actualmente disponible en el campo de la mecánica, de la seguridad y de la tecnología, permaneciendo siempre fiel a lo que en los años 60 se decía de los automóviles Abarth: pequeños pero matones. Sí, los Abarth eran verdaderos escorpiones capaces de infiltrar el veneno de la pasión por el motor y del placer por los desafíos, por la velocidad y por el estilo italiano. Y, por supuesto, el nuevo 500 Abarth no iba a ser la nota discordante. Se trata de un verdadero «concentrado» de tecnología, prestaciones y seguridad enraizado en la experiencia y la pasión por el mundo de la competición.

    En perfecta sintonía con la tradición del escorpión, el estilo del 500 Abarth, concebido en el Centro Stile Fiat Group Automobiles, no es una simple interpretación del vehículo sino que contribuye sensiblemente a mejorar sus prestaciones. La más clara demostración de esta nueva configuración estilística se encuentra en la especial atención reservada a la aerodinámica y a la funcionalidad de algunos elementos.

    Las llantas, de 16 y 17 pulgadas, se presentan con diferentes estilos: desde la solución de múltiples radios en paralelo hasta una versión con agujeros ribeteados (clara referencia a algunas configuraciones de ruedas forjadas en los años 70).

    El 500 Abarth, nacido con la intención de superar las normativas más estrictas, es uno de los vehículos más seguros de su segmento. Un frenado estable y eficaz, junto con una recuperación rápida garantizada por su motor de 135 CV y un comportamiento en carretera siempre previsible, permiten a este nuevo automóvil superar sin dificultades todo tipo de situaciones críticas. Además, el 500 Abarth dispone, de serie, de siete airbags: dos delanteros, dos de cortina, dos laterales y uno para la protección de las rodillas. Sin duda, la mejor oferta en su categoría. Asimismo, el nuevo modelo adopta soluciones técnicas sofisticadas para garantizar un perfecto control del vehículo por parte del conductor (seguridad activa). Desde el ABS, complementado con el sistema EBD (Electronic Brake Distribution), hasta el sofisticado programa electrónico de estabilidad ESP (Electronic Stability Program); desde el sistema antideslizamiento ASR (Anti Slip Regulation) hasta los dispositivos Hill Holder, que asisten al conductor en los arranques en pendiente, y el HBA (Hydraulic Brake Assistance) que actúa en las frenadas de emergencia.

    Además, por primera vez en este segmento, el nuevo 500 Abarth presenta dos elementos de gran interés: los sistemas TTC (Torque Transfer Control) y GSI (Gear Shift Indicator). El primero de estos dispositivos mejora la transferencia del par motor a la ruedas y, concretamente, garantiza un óptimo comportamiento del vehículo en las curvas haciéndolo más seguro y divertido en conducción deportiva. En cambio, el sistema GSI (Gear Shift Indicator), sugiere al conductor realizar un cambio de marcha mediante una indicación en el cuatro de mandos de a bordo (un diodo luminiscente se enciende de manera intermitente cinco veces consecutivas). En particular, si se ha escogido la modalidad Normal, el sistema avisa de que el paso a la siguiente marcha representaría un ahorro en términos de consumo. En cambio, si se está conduciendo con la modalidad Sport, la sugerencia de cambio de marcha pretende obtener las mejores prestaciones posibles.

    Por último, el 500 Abarth dispone también de todas las características dinámicas y de confort que permiten a sus usuarios realizar de forma cómoda y segura todo tipo de recorridos. Esto se debe, entre otras cosas, a las suspensiones. La suspensión delantera es de ruedas independientes de tipo Mc Pherson, mientras que la trasera es de ruedas interconectadas (semiindependientes) con eje de torsión. Ambos esquemas, nacidos de un proyecto de Magneti Marelli, han sido debidamente revisados y desarrollados para este nuevo vehículo, garantizando así unos niveles máximos de manejabilidad y confort de conducción.

    El nuevo 500 Abarth ofrece nuevas prestaciones, un mejor manejo y mayor capacidad de frenada, es decir, el comportamiento dinámico de un vehículo destinado a la competición. El mérito de ello se debe, en gran parte, al exuberante motor escondido debajo del capó. Un motor Fire 1.4 16v de gasolina turbo que entrega una potencia máxima de 135 CV (99 kW) a 5.500 rpm y un par máximo de 206 Nm a 3.000 rpm en modalidad Sport (en cambio, en modalidad Normal, el par es de 180 Nm a 2.500 rpm). Estamos ante un motor que garantiza prestaciones estimulantes y, al mismo tiempo, hace del 500 Abarth un automóvil extremadamente agradable de conducir en el día a día.

    Concretamente, el motor es un 4 cilindros de 16 válvulas y 1.368 cm3 (sobrealimentado con turbocompresor IHI RHF3-P de geometría fija) que ofrece estimulantes prestaciones con una velocidad máxima de 205 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h en apenas 7,9 segundos. Estas prestaciones se consiguen gracias también a la función overboost, que se activa con el botón Sport, que actúa en la configuración de la centralita y en la presión del turbo además de en la carga en el volante. Prestaciones al más puro estilo Abarth pero con consumos contenidos: 5,4 l/100 km en el ciclo combinado.

    Finalmente hay que recordar que el 1.4 16v Turbo T-Jet de 135 CV pertenece a la nueva familia de T-Jet que aplica la filosofía del downsizing. La adopción de un turbocompresor de nueva generación, incorporado a un motor de cilindrada reducida, proporciona prestaciones comparables o superiores a motorizaciones de cilindrada superior, pero con consumos y emisiones inferiores. Pero eso no es todo. La presencia del turbo aumenta sensiblemente el par máximo y lo ofrece a un régimen de revoluciones muy bajo, lo que tiene como resultado una gran elasticidad y una inmediatez de respuesta sin parangón con respecto a los tradicionales motores atmosféricos. Todo ello con una ingeniería sencilla pero eficaz en beneficio de la robustez y de la fiabilidad. 
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