Un total de 112.300 visitantes dieron su respaldo a la tercera edición de Motor Show Festival, celebrado en Zaragoza entre el 27 y el 29 de enero, que ha superado con creces las cifras de participación de años anteriores, así como los metros cuadrados de exposición y el número de firmas involucradas.
La guinda de este III Motor Show Festival ha estado en los espectáculos organizados en el Autodrome, un circuito a escala y cubierto, donde durante el viernes, sábado y domingo se ofrecieron múltiples actividades relacionadas con el mundo de las dos y cuatro ruedas.
El 27 de enero, día de la inauguración, dieciocho de los mejores pilotos españoles de motos y coches, entre los que figuraban Héctor Barberá, Pablo Nieto, Antonio Albacete, los hermanos Porteiro, Ánder Vilariño o Antonio García, compitieron en mangas eliminatorias de persecución por el I Trofeo Ciudad del Motor de Aragón, a bordo de los divertidos Legends Cars, unos vehículos muy ligeros, con 125 caballos de potencia y un eje rígido trasero con toda la tracción, que tienen una conducción similar a la de un kart y deleitan con derrapadas permanentes. La victoria final fue para Santi Porteiro, por delante de Luis Miguel Reyes y su hermano, Félix Porteiro.
Pero el Autodrome mantuvo un lleno permanente durante los tres días del salón, con cuatro pases el sábado y otros tantos el domingo, para contemplar diferentes espectáculos, todos ellos aderezados con un impresionante despliegue de luz y sonido. Así, se pudo ver en acción a monoplazas míticos, como los Lotus de Fórmula 1 que pilotaron dos grandes campeones, Jim Clark y Emerson Fittipaldi, conducidos en esta ocasión por el español Ánder Vilariño. El rugido de sus motores, la belleza de sus líneas y unas fulgurantes aceleraciones ponían en pie a los miles de aficionados asistentes.
También la nostalgia de ver competir a los populares R-8 TS de la legendaria Copa Renault arrancó los aplausos del graderío, en una perfecta recreación de la que fue una de las competiciones más populares y vistosas de los años setenta. Llamativos muscle cars americanos, los camiones de carreras del Team Alvi, motos haciendo acrobacias, un imponente Renault Megane Trophy del Team Elías, Bango Cars, el Porsche GT de Miguel Ángel de Castro, el Hyundai de David Izaguirre (ganador de la Copa), varios Ferrari… y así hasta una interminable lista de verdaderas joyas del mundo del motor, desfilaron a ritmo de carreras por el Autodrome MSF.
Otro foco de interés en la mañana del sábado fue el Máster de Campeones impartido por Pedro Martínez de la Rosa, uno de los mejores pilotos españoles de todos los tiempos, quien, además, demostró su gran capacidad de comunicación y su calidad humana para atender con paciencia y una permanente sonrisa, no sólo a esos privilegiados alumnos que tomaron parte en el curso, sino a todo el público que se le acercaba de manera continua.
Los pabellones de exposición reunieron toda una muestra de vehículos y equipos de distintas especialidades del motociclismo y el automovilismo, entre las que destacaban la estructura del equipo Citroën de rallyes, la de Hyundai para su Copa de circuitos o las del Team Elías y el Epsilón Euskadi. Y, entre todos ellos, tuvo un protagonismo especial una colección del museo Renault, con una decena de coches de Fórmula 1: desde el Benetton de Schumacher, al bólido pilotado por Ayrton Senna, pasando por los primeros monoplazas con motor turboalimentado.
La zona dedicada a clásicos tampoco defraudó y los amantes de esa parcela pudieron ver, junto a todo tipo de reliquias, stands donde comprar cualquier pieza, recambio, libro o curiosidad que uno pueda imaginar. Inédita y peculiar resultó la exposición temática de Pegaso, como conmemoración a los 60 años de la marca, y donde había desde los fabulosos deportivos de la primera época a camiones y autobuses de varias décadas.
Y, de nuevo, el tuning tuvo un protagonismo especial para los miles de aficionados, que se encontraron a los más reputados preparadores nacionales y sus creaciones más recientes y rompedoras. Pero había mucho más: Xbox llevó el gigantesco Dodge Ram pick-up que será sorteado en Madrid Tuning Show, Pioneer organizó una clínica de sonido y hubo, además, un concurso de sonido IASCA. No podía faltar una concentración de tuning a la que acudieron más de 500 vehículos y, por si fuera poco, las chicas FHM, que ponían la nota de color en ese territorio.
Las motos también contaron con su pabellón específico, en el que se pudo ver una exhibición de trial organizada por la RFME, un espectacular bike show, la más completa área de custom que uno pueda soñar o el montaje de uno de los grandes equipos de motociclismo, el Team Monlau. Para dar un toque actual y juvenil se habilitó una zona Tatoo, donde cualquier aficionado podía tatuarse el cuerpo según su voluntad, con los medios más modernos y seguros.
La guinda de este III Motor Show Festival ha estado en los espectáculos organizados en el Autodrome, un circuito a escala y cubierto, donde durante el viernes, sábado y domingo se ofrecieron múltiples actividades relacionadas con el mundo de las dos y cuatro ruedas.
El 27 de enero, día de la inauguración, dieciocho de los mejores pilotos españoles de motos y coches, entre los que figuraban Héctor Barberá, Pablo Nieto, Antonio Albacete, los hermanos Porteiro, Ánder Vilariño o Antonio García, compitieron en mangas eliminatorias de persecución por el I Trofeo Ciudad del Motor de Aragón, a bordo de los divertidos Legends Cars, unos vehículos muy ligeros, con 125 caballos de potencia y un eje rígido trasero con toda la tracción, que tienen una conducción similar a la de un kart y deleitan con derrapadas permanentes. La victoria final fue para Santi Porteiro, por delante de Luis Miguel Reyes y su hermano, Félix Porteiro.
Pero el Autodrome mantuvo un lleno permanente durante los tres días del salón, con cuatro pases el sábado y otros tantos el domingo, para contemplar diferentes espectáculos, todos ellos aderezados con un impresionante despliegue de luz y sonido. Así, se pudo ver en acción a monoplazas míticos, como los Lotus de Fórmula 1 que pilotaron dos grandes campeones, Jim Clark y Emerson Fittipaldi, conducidos en esta ocasión por el español Ánder Vilariño. El rugido de sus motores, la belleza de sus líneas y unas fulgurantes aceleraciones ponían en pie a los miles de aficionados asistentes.
También la nostalgia de ver competir a los populares R-8 TS de la legendaria Copa Renault arrancó los aplausos del graderío, en una perfecta recreación de la que fue una de las competiciones más populares y vistosas de los años setenta. Llamativos muscle cars americanos, los camiones de carreras del Team Alvi, motos haciendo acrobacias, un imponente Renault Megane Trophy del Team Elías, Bango Cars, el Porsche GT de Miguel Ángel de Castro, el Hyundai de David Izaguirre (ganador de la Copa), varios Ferrari… y así hasta una interminable lista de verdaderas joyas del mundo del motor, desfilaron a ritmo de carreras por el Autodrome MSF.
Otro foco de interés en la mañana del sábado fue el Máster de Campeones impartido por Pedro Martínez de la Rosa, uno de los mejores pilotos españoles de todos los tiempos, quien, además, demostró su gran capacidad de comunicación y su calidad humana para atender con paciencia y una permanente sonrisa, no sólo a esos privilegiados alumnos que tomaron parte en el curso, sino a todo el público que se le acercaba de manera continua.
Los pabellones de exposición reunieron toda una muestra de vehículos y equipos de distintas especialidades del motociclismo y el automovilismo, entre las que destacaban la estructura del equipo Citroën de rallyes, la de Hyundai para su Copa de circuitos o las del Team Elías y el Epsilón Euskadi. Y, entre todos ellos, tuvo un protagonismo especial una colección del museo Renault, con una decena de coches de Fórmula 1: desde el Benetton de Schumacher, al bólido pilotado por Ayrton Senna, pasando por los primeros monoplazas con motor turboalimentado.
La zona dedicada a clásicos tampoco defraudó y los amantes de esa parcela pudieron ver, junto a todo tipo de reliquias, stands donde comprar cualquier pieza, recambio, libro o curiosidad que uno pueda imaginar. Inédita y peculiar resultó la exposición temática de Pegaso, como conmemoración a los 60 años de la marca, y donde había desde los fabulosos deportivos de la primera época a camiones y autobuses de varias décadas.
Y, de nuevo, el tuning tuvo un protagonismo especial para los miles de aficionados, que se encontraron a los más reputados preparadores nacionales y sus creaciones más recientes y rompedoras. Pero había mucho más: Xbox llevó el gigantesco Dodge Ram pick-up que será sorteado en Madrid Tuning Show, Pioneer organizó una clínica de sonido y hubo, además, un concurso de sonido IASCA. No podía faltar una concentración de tuning a la que acudieron más de 500 vehículos y, por si fuera poco, las chicas FHM, que ponían la nota de color en ese territorio.
Las motos también contaron con su pabellón específico, en el que se pudo ver una exhibición de trial organizada por la RFME, un espectacular bike show, la más completa área de custom que uno pueda soñar o el montaje de uno de los grandes equipos de motociclismo, el Team Monlau. Para dar un toque actual y juvenil se habilitó una zona Tatoo, donde cualquier aficionado podía tatuarse el cuerpo según su voluntad, con los medios más modernos y seguros.