Texto: Eugenio Pinilla 24/06/2010. Fotografías Com&Com. Publicado junio 2010

Rf motor: Toyota Tipo: G 4GR
El IS Cabrio tiene tan sólo el capó y las manetas de puertas igual que la berlina, aunque a la vista no lo parece. Son ligeros cambios para adaptar la línea al nuevo concepto de su techo de aluminio que se recoge en 20 segundos.
Su interior queda reducido a 4 plazas, pero todas de uso. Tan solo pierde algo de cota de altura atrás, que no delante al rebajarse el nivel de los asientos. Esto implica que aunque se ha tratado de igualar la cota útil retrasando los asientos traseros 3 cm, al ser más bajos hay que ajustarlos siempre algo más atrás. Hablamos de pocos centímetros arriba y abajo que no son grandes diferencias como en otros coupés.
Como el techo se parte en tres piezas al plegarse el "culo" del maletero no es exagerado, y su estética a techo cubierto es más que aceptable.
Maletero muy grande, pero con techo puesto.
El nuevo maletero es incluso más grande que el de la berlina, ya que alcanza los 420 litros sin contar más que el compartimento base principal en el que se recoge la capota. Eso son más de 40 litros más respecto a la berlina. El gran "pero" es la escasa capacidad con el techo recogido. Es un espacio que se reserva con una mampara y de unos 160 litros, cualquier maleta de fin de semana no nos cabe y nos implica viajar con el techo puesto.
Tenemos un doble fondo que se aplica a esta zona, pero es un tanto irregular y solo vale para complementar la carga con pequeños bultos.
Climatización y cuadro adaptados.
Siguiendo con la adaptación del IS al techo convertible, encontramos una instrumentación más brillante para permitir su lectura más claramente con más luz ambiente, el fondo del cuadro es más oscuro y los cristales de protección más traslucidos.
El climatizador, que es automático y de dos zonas, trabaja de distinta manera con el techo abierto. El flujo del aire se adapta a la condición de la capota y la temperatura para ofrecer más efectividad.
El IS Cabrio mantiene el diseño general de la berlina y todos estos cambios son relativos a su nuevo techo.
Misma base mecánica
La gama del IS Cabrio sólo contempla un motor, el 2.5 litros V6 de 208 CV y toda su base mecánica es idéntica al normal de 4 puertas. Tracción trasera, cambio automático a base de variador con 6 relaciones y levas en volante, y 160 kg. más que es la única diferencia a la hora de su rendimiento.
Este incremento de peso viene obligado por el refuerzo del chasis y mayor complejidad de la estructura del techo con sus 15 motores. A pesar de ser de aluminio, esta masa que se cambia de ubicación también cambia su centro de gravedad. Si bien en la filosofía del IS-C no tiene tanta importancia como en otros coches más radicales.
El Lexus IS 250C es un coche más para pasear que para un uso muy deportivo. Su relación peso potencia es de 8,3 kg/CV lo que es una cifra muy buena para tener un coche ágil y con gran respuesta, pero también es verdad que el cambio tiene sus limitaciones.
Confort con techo y sin techo
La insonorización, asientos, detalles y todo lo referente al confort del coche no disminuye un ápice y sin embargo con el nuevo techo tenemos un nuevo argumento de disfrute.
Llama la atención lo silencioso del mecanismo del techo y el poco tiempo que se tarda en descapotarlo, teniendo en cuenta que tiene 3 plegados. La maniobra se realiza con un botón, a coche parado, aunque puedes tener las puertas abiertas. El mismo botón te permite bajar los 4 elevalunas del todo o dejarlos nuevamente arriba. Cosa que contrasta, y más en un coche de su precio con que sólo el cristal del conductor sube de un toque en su mando.
Con este IS Cabrio nos ha ocurrido algo parecido a con la berlina, y es que los consumos, aparte de ser muy benévolos en su potencia y peso, no se alejan mucho de los oficiales. Si bien podemos llegar a consumos altos en curvas medias y conducción algo deportiva, en condiciones normales con cruceros moderados hemos medido consumos de menos de 1 litro más que por ejemplo el oficial de 7,1 en carretera.
Las mismas limitaciones del cambio
No hemos descubierto nada nuevo en lo relativo a conducción y efectividad. El cambio automático, con guía secuencial de 6 relaciones sigue siendo muy turístico, con 4 marchas realmente de uso deportivo, un grupo muy largo y la limitación lógica en las reducciones, acentuadas por este grupo tan largo, fruto sin duda alguna de los buenos consumos, ya que el grupo llaneando se reduce a la sombra del conductor, aplicando una relación menos si hace falta al mínimo repecho, porque la guía secuencial, al provenir de un cambio de variador sólo limita la marcha puesta, pero las auto-reducciones son constantes.
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